En el Zen no hay Dios. En el Zen estás sólo tú y tu conciencia.Tu conciencia es lo más floreciente de la existencia hasta el momento. Puede elevarse más aún, y la manera de elevarla es crear tu vida de tal manera que se convierta en sagrada.
Una taza de té es la cosa más corriente pero en cada monasterio construyen un templo especial para beber té, rodeado de hermosos árboles, estanques...un pequeño templo. Entras en el templo quitándote los zapatos y el Zen cree: "En donde abandones los zapatos, abandónate también a ti mismo". Asi entras en el templo absolutamente puro, incontaminado.
Esta va a ser la nueva filosofía de "Geishamemucho"; más Zen que nunca.
En esta nueva tienda intentaremos descalzarte y te enseñaremos como convertir una taza de té en algo sagrado.
Kalla killo
viernes, 22 de mayo de 2009
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